Sin duda, el Cuarto Informe de Gobierno ha sido un tema sonado en los medios. ¿Qué tema relacionado con el presidente Enrique Peña Nieto no lo es? Así, como varios puntos de la agenda nacional, el mundo laboral no ha sido ajeno al escrutinio público. Sin embargo, hoy necesitamos poner atención a la película completa y reconocer que hay cosas que se están haciendo bien.
Del mismo modo en que en la ciencia no existen absolutos, en el sector laboral están pasando cosas que nos indican que, poco a poco, se rompen inercias negativas. Hay un México que es felicitado por la directora ejecutiva de ONU Mujeres, por su rol en la promoción e implementación de la igualdad de género. Asimismo, la CEPAL da fe del liderazgo del país en la construcción y seguimiento de la Agenda 2030, mientras la OCDE reconoce que el país tiene la cuarta tasa más baja de desempleo en la organización, con buena chance de mantener la tendencia.
Esto no es obra de la casualidad. Tenemos que reconocer que las políticas públicas laborales están funcionado. Y así como en el país existió la voluntad para cambiar el manejo del tema laboral, en el Estado de México, gracias al compromiso de Eruviel Ávila, se privilegió el diálogo y la construcción de acuerdos para generar empleos, trabajar en la formalización y garantizar, como nunca antes, que los programas llegaran a quienes más lo necesitan.
No podemos quedarnos en el discurso de los problemas coyunturales. Hay que enfrentarlos, pero nuestro esfuerzo debe ir más allá de señalarlos. Un mejor país exige que seamos propositivos, pero tomando como base lo que ya está funcionando. Tenemos que aprovechar las buenas oportunidades, que solamente pueden darse con trabajo duro, estrategia y responsabilidad.
Nuestro dato: De acuerdo a CONEVAL, en el primer semestre de 2016 el poder adquisitivo del ingreso laboral de los hogares creció 6.3%, más que el promedio nacional.
@jgarciabejos