El viernes pasado, tuve la oportunidad de reunirme con clubes de migrantes y organizaciones de paisanos radicados en Chicago. Gracias al trabajo coordinado con la Secretaría de Relaciones Exteriores, pude conocer de primera mano las historias de mexicanos que, durante varios años, han puesto su esfuerzo y dedicación para superar obstáculos y poner muy en alto el nombre de nuestro país.
Como ha señalado recientemente el Secretario Miranda, el trabajo conjunto entre la sociedad y gobierno es fundamental para potenciar los beneficios de la política social, y en ese sentido, me dio un enorme gusto atestiguar que la suma de esfuerzos, inclusive en otra nación, se traduce en bienestar para la ciudadanía. Así, resulta reconfortante saber que los programas sociales, cuando son ejecutados con responsabilidad, funcionan a favor de las comunidades que más lo necesitan.
En los próximos meses, este principio de cooperación debe ser la guía hacia el desarrollo incluyente que nos hemos propuesto.
Tenemos que reconocer que cuando municipios, estados y Federación trabajamos bajo un mismo objetivo, podemos hacer más con menos. Precisamente, la unión de recursos de los diferentes niveles de gobierno junto con la labor de los migrantes ha permitido que diversas comunidades puedan superar la marginación gradualmente.
Estas dinámicas con la ciudadanía, aparte de reforzar los lazos de identidad con nuestros paisanos, permiten además escuchar de cerca los retos que enfrenta la gente en su día a día. Sin duda, la prioridad número uno para el gobierno que encabeza el presidente Peña Nieto, seguirá siendo asegurar el ejercicio de nuestros derechos, tanto para los mexicanos en territorio nacional como para los paisanos en el exterior.
Nuestro Dato: En tres años y medio, el Programa 3×1 para migrantes ha impulsado más de 6 mil 200 proyectos en beneficio de cientos de comunidades en nuestro país.