Margarita Zavala anunció hace algunos años, una vez que su marido dejó el poder, que pretendía ser candidata a la Presidencia de la República. Muchos fueron los años de activismo en el Partido Acción Nacional hasta conseguir un lugar de respeto y reconocimiento entre la militancia, pero sobre todo, entre el acentuado machismo del conservadurismo blanquiazul. Margarita adquirió luz propia y muchos se dieron cuenta que podría alcanzar metas mayores.
Felipe Calderón dejó de ser presidente de la República y se alejó de los reflectores para evitar hacerle sombra a su mujer. Alguna veces le he solicitado una entrevista para hablar de su mandato y de lo que piensa ahora acerca de lo que logró y lo que no alcanzó a hacer, pero ha sido renuente, y cuando alguien se lo pregunta, señala que está dedicado a apoyar a Margarita en su pretensión de ser candidata presidencial, y si gana, a ser un buen marido y consejero mientras ella dirige los destinos del país.
Pero las aspiraciones de la señora Zavala chocaron con los propósitos del líder del partido en el que militó la mayor parte de su vida, y tuvo que abandonar sus años de activismo para ir tras su mayor anhelo personal: ser candidata presidencial, y después ser la primera presidenta de la historia del país. Si algo tenemos que reconocer es que aparte de decidida es una mujer de talento y perseverancia para alcanzar ese lugar que el machismo de este país le ha regateado al sector femenino.
Margarita Zavala entró al proceso de recolección de firmas tratando de ganar un espacio entre esa ola del independentismo que se apoderó del país en los últimos meses ante la cerrazón de los grupos políticos y las mafias partidistas. Margarita Zavala lleva 65 días reuniendo firmas de hombres y mujeres que la observan como una buena posibilidad para cambiarle el rostro a la política y al gobierno de este país.
Aparte de ser una mujer inteligente y decidida, también es una mujer que cuenta con amplio arrastre entre los gremios femenino y masculino, porque son muchos los hombres que se acercan a ella para entregarle su apoyo. Ella misma reconoce que no se equivocó al abandonar más de 33 años de militancia, pero ante la cerrazón encontró un camino distinto que parece orientarla hacia uno de sus más caros anhelos: la candidatura presidencial. Y está demostrando que cuando se quiere, se puede.
Hasta ahora lleva cerca de 530 mil firmas de hombres y mujeres que han confiado en ella para que pueda representarlos en la elección presidencial del año venidero. Es difícil predecir cuál será su destino a la hora del recuento de los votos, pero sí de algo podemos estar seguros es de que se convertirá en la primera mujer en lograr la hazaña de llevarse una buena cantidad de militantes con su salida del partido en el que participó toda su vida. Claro está que esto tiene y mantiene preocupado al ahora candidato frentista, porque los votos de una parte importante del panismo no los obtendrá. Sin lugar a dudas Margarita Zavala no se equivocó y será candidata Presidencial. Al tiempo.
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