El gobernador Alfredo del Mazo se reunió ayer con los representantes del INE, del IEEM y autoridades federales y estatales de seguridad, para continuar fortaleciendo la colaboración en torno al proceso electoral del próximo domingo. Esto, amigos, es muy relevante, porque apenas el pasado jueves se había encontrado también con los gobernadores del país y la titular de Segob, Olga Sánchez Cordero, para -dijo el jefe del Ejecutivo estatal-, coordinar acciones que garanticen una jornada electoral libre, transparente y pacífica.
Ese mismo día, el 27 de mayo, el secretario General de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez, aseguró en conferencia de prensa, que no se va a permitir que ningún partido ni algún presidente de partido desestabilice, con declaraciones, el proceso electoral en el estado. Además, señaló que se elaboró un protocolo de coordinación para la atención a partidos políticos que ha permitido comunicación continua, fluida, directa y eficaz para la atención de sus planteamientos y denuncias.
¿Sabían ustedes que nuestra entidad cuenta con el padrón y la lista nominal más grande del país con 12 millones 151 mil 31 electores? ¿Sí, no? Bueno, pues es muy importante que lo sepamos, porque es por ello que la rapiña política ve al Edomex como la joya de la corona en los comicios del 6 de junio. De ahí las oprobiosas declaraciones del señor Delgado. Sí, el mismo que se inventó un atentado, el que confundió una mentada de madre con una amenaza, y en lugar de ver un dedo medio levantado, vio un arma de alto poder.
Por eso amigos es que mientras uno (el gobernador Del Mazo) se preocupa por que tengamos una jornada electoral libre, transparente y pacífica, otro (el nefasto Delgado) pretende enrarecer el ambiente político-electoral en nuestra entidad. Quizá ya olisquea la derrota no sólo aquí. Es menester precisar que, aunque al principio se decía que Morena ganaría 15 gubernaturas en disputa, ahora se dice que cuando mucho podría ganar en cinco. Amigos, en la víspera de la jornada electoral más importante de México, pensemos y razonemos. Que sea el voto quien decida, y no la incitación al odio y la violencia.