Regularmente este alado se ha negado a reproducir cadenas que mandan en whatsapp y más si no se tiene identificado o identificada a autores, pero en esta ocasión prescindiré de la regla por dos motivos. Uno, porque me parece en esencia tiene razón el texto y vale la pena su reproducción, a manera de reflexión. Dos, porque tres maestros, amigos de este emplumado, validaron el pensamiento ahí expresado y lo hicieron suyo. Bueno pues, el texto hace alusión a un video de la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, en donde sólo coinciden en el agradecimiento que se les hace por su profesionalismo, pues gracias a ellos, la educación no se detuvo. Es la única coincidencia que se tiene, porque después de ahí, “pue´na”. Dice que efectivamente el salario de los profesores se mantuvo, porque nunca dejaron de trabajar y nada les ha sido regalado. Sueldo ganado con todas las de la Ley -literal Art. 82 LFT-, sin que hubiese alguna objeción a modificar horarios e incluso tampoco reticencia a ampliar la atención a alumnos, según los requerimientos que se fueron dando por la pandemia. Caray, cada que lo leo crece en mí un poco más de simpatía con los maestros, pues considero que es la pura neta. No bajaron la guardia, se acomodaron a los nuevos tiempos y pese a sus dirigentes, no abandonaron nunca el barco, día tras día con escasas herramientas, improvisando e incluso haciendo uso de sus propios recursos -internet, computadora, etc.- dieron clases y se empeñaron en que la calidad educativa bajara lo mínimo, insisto, de nueva cuenta a pesar de los líderes o dirigentes entreguistas que sólo aceptaban sin chistar las disposiciones oficiales. También se hace alusión a una recomendación que se les da para hacer frente a las adversidades y la contestación no podría ser más elocuente. Nada que recomendar, pues cada año, ciclo se enfrentan las malas decisiones cupulares y ahí siguen entregándose y haciendo todo para que los hijos no queden rezagados. Y mientras funcionarios, representantes y líderes, pues se mantienen cómodamente en sus oficinas, ideando cómo les deben dar las gracias a maestros que recibieron un bono de 500 pesos. Neta, qué poca!!
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen que algo no está terminando de funcionar en nuestro México. Cada vez es más común observar a personajes de la tercera/cuarta edad en cruceros de grandes ciudades tratando de ganarse el sustento. Las historias son muy similares. La maldita pandemia fue causante de perder el empleo y los muy pocos ahorros, mismos que se han acabado, pues además del salario dependía -al menos- una persona más. Ante la imposibilidad de regresar a laborar o conseguir una remuneración que permita atender sus necesidades, la opción está en vender algo en cruceros, aunque, por obvias razones, se exponga cada 30 segundos…Por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx