Ayer fue 1 de mayo, oficialmente es el Día del Trabajo y francamente no creo que haya motivos para celebrar.
Hay que decirlo de forma rotunda: la Reforma Laboral ha sido un completo fracaso y lo seguirá siendo hasta en tanto el Gobierno Federal se responsabilice de la vigilancia de los mecanismos de protección a los derechos de quienes brindan sus servicios a cambio de un salario, que debiera ser justo y suficiente para mantener dignamente a una familia.
El problema es que eso es una entelequia, porque la situación real es que por ahora solamente existe en la imaginación de nuestros gobernantes porque los voraces empresarios lo que menos pretenden es cumplir a cabalidad sus obligaciones. Eso quiere decir que lo que lo que en realidad buscan es incumplir con las obligaciones legales para que los trabajadores puedan alcanzar aparte de salarios justos, las cuotas de la seguridad social y los procesos de jubilación.
Ayer fue Día del Trabajo, y no sé si los desfiles se volvieron costumbre o simplemente porque no es bueno dejar las calles es que siguieron con la tradición, pero eso no quiere decir que año con año incrementen los derechos de los trabajadores, pues lo que ocurre. Es lacerante esa realidad de los trabajadores que cada día ven disminuir drásticamente sus derechos e incrementar la explotación por parte de los sectores patronales.
Aunque esto suene al más rancio lenguaje de las arengas del socialismo, lo cierto es que aunque a muchos no les guste, la reducción de los derechos y la disminución de las prestaciones es inversamente proporcional al engrosamiento de las utilidades patronales. Y lo peor es que la proliferación de las outsorcing como intermediarias entre los sectores patronales, cada día diminuyen aún más esos derechos que algún día fueron un tesoro para las clases más precarias del país.
Según las cifras de la Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económicos México tiene la menor tasa de desempleo entre todos los miembros, pero la realidad es que aunque este desempleo baja, la precarización es brutal a causa de los bajos salarios y la nula entrega de prestaciones de ley. Para decirlo más descarnadamente, los salarios han subido en los últimos años solamente uno por ciento.
Las empresas buscan ahora la especialización del conocimiento, pero la pregunta es cómo se generan oportunidades en un mercado laboral en su mayoría de habilidades manuales. Las Pymes presentan una gran oportunidad para el país, pero no existe educación suficiente para ello. Sobrevivir es lo único que hemos logrado en los últimos años, pero la dignidad nos indica que seguimos en el mismo modelo aspiracional desde hace más de cien años. La Reforma Laboral sirvió para dos cosas. Al tiempo.