@antonio_navalon
Sé orgánicamente quién es, conozco el cargo que ocupa y sé que llevaba una pistola y una gorra cuando visitó los lugares en los que se cremó a los 43 normalistas de Ayotzinapa, según lo que la verdad oficial nos aseguró.
Pero además de eso Tomás Zerón es el hombre que se enfrenta a Naciones Unidas y al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que vino a nuestro país para esclarecer y derrumbar la verdad histórica sobre Ayotzinapa.
Él está tan seguro de lo que hace como cuando se le observa en el aquel video –presentado por el GIEI– recorriendo los lugares en los que más tarde se descubrirían las evidencias de que ahí se logró desafiar todo en un día lluvioso, y se alcanzaron los mil grados centígrados necesarios para incinerar cuerpos humanos en una fogata al aire libre.
Un trabajo que, por ejemplo, a los nazis les costó la construcción de sus célebres hornos de cerámica para cremar los cadáveres del Holocausto.
Pero nosotros lo hicimos sin cerámica, sin tecnología y con una eficiencia extraordinaria, porque de pronto 43 cuerpos se evaporaron y dejaron de existir.
Todo eso está documentado en la labor, el soporte y la credibilidad de la PGR. Sin embargo, el estilo de la procuradora Arely Gómez es muy discordante, porque podemos imaginarla tratando de entender desde su despacho lo que es mejor para el Estado, pero nunca la imaginamos corriendo al escenario donde ocurrió el crimen y esperar que tenga suerte para encontrar las pruebas que soporten la verdad histórica.
Yo creo en los teléfonos descompuestos y en las conspiraciones conjuntas. ¿Pero usted se imagina todo lo que existe entre el video que presentó el GIEI inculpando a funcionarios de la PGR de haber sembrado pruebas, y la declaración del director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR asegurando que todo fue un mal entendido?
¿Dejaremos que todo se quede así? ¿Aceptaremos que la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Human Rights Watch y Amnistía Internacional sigan cuestionando a México en materia de derechos humanos?
Y es que, Zerón está tan seguro de lo que dice que inclusive ha pedido que se le investigue. Lo dice con tanto peso que me hace pensar que él es el jefe de los investigadores.
Pero en cualquier caso es muy importante que él sepa que en la justicia también la forma es fondo, y que por muy director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR que sea, no se puede comportar como si fuera el representante de una dictadura militar, donde al final su palabra por el sólo hecho de demostrar su cargo y su pistola se puede convertir en ley.