Señalar que alguien va “en caballo de hacienda” es una expresión muy común en México y significa que la persona cuenta con ventajas, o con posibles elementos que le permitirán obtener determinados beneficios, presuntamente superiores a las demás personas. La expresión también hace referencia a vencer dificultades, superar obstáculos o evadir trabas cuando de alcanzar algo se trata, o de capitalizar el esfuerzo constante y perseverante.
Lo anterior viene a colación por lo que está ocurriendo en el Estado de México con la elección de gobernador que se realizará el presente año, donde los presuntos precandidatos han dado mucho de qué hablar en los últimos meses, y el Grupo Atlacomulco decidirá en breve quién será su abanderado, pudiendo presentarse la probabilidad de que por primera vez en la historia se acepte que sea una mujer quien encabece esa candidatura.
Pese a ser un grupo político del que se conocen ampliamente sus antecedentes, sus logros, su forma de operar, su trayectoria, pero principalmente a quienes lo conforman, y al que muchos califican como uno de los mitos geniales de la política mexicana, no hay un registro como tal y tampoco una militancia certera porque ni siquiera existen indicios de quiénes pudieran ser los encargados de mantener la cohesión en torno al proyecto.
Aquellos que entienden la forma en que funcionan las cosas entre la clase política de la entidad mexiquense saben que el gobernador en turno es quien detenta la jefatura, pero Eruviel Ávila Villegas nunca formó parte del grupo y es gobernador por decisión del propio Enrique Peña Nieto, quien ahora seguramente será el “fiel de la balanza” con todo y su menguado prestigio a causa de los desatinos que mantienen en vilo al país.
Pareciera que las posibilidades del diputado Alfredo del Mazo han quedado atrás y que de acuerdo a las preferencias electorales, por primera vez en su historia, el Grupo Atlacomulco podría postular a una mujer a la gubernatura, y solamente existen dos que pueden alcanzar el objetivo: Ana Lilia Herrera Anzaldo, secretaria de Educación mexiquense, y Carolina Monroy del Mazo, secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Cualquiera de ellas tiene posibilidades de ganarle a Josefina Vázquez Mota. Y no es que tenga preferencias por las tricolores, simplemente es que si la panista acude con las mismas ganas con que compitió contra Enrique Peña Nieto por la Presidencia de la República, de antemano podemos señalar que caminara hacia la derrota. Mientras Ana Lilia o Carolina tienen hambre de mostrar y demostrar que las mujeres también luchan por sus ideales, lo previsible es que doña Josefina haga lo mismo que en la elección pasada: “nadar de muertito” dicen por ahí. Al tiempo.