El gobernador, Alfredo del Mazo, encabezó ayer la Mesa Técnica de Acceso a la Justicia para Mujeres y Niñas, en la que señaló que la Secretaría de las Mujeres es la instancia que coordina y da seguimiento a la política de género estatal, además de generar estrategias, programas y acciones de prevención y atención. Esto es muy importante, amigos, porque en esta mesa se informa sobre los avances que se han tenido en materia de prevención, atención y procuración de justicia en materia de violencia de género.
“El derecho de las mujeres a vivir en libertad y sin violencia es un compromiso social fundamental”, enfatizó Del Mazo y agregó: “unidos, redoblemos esfuerzos, rechacemos expresiones que discriminen, ofendan, o lastimen a las mujeres y cumplamos con la misión de llevar paz a sus familias, y darles la certeza de que llevarán una vida plena, segura y libre de violencia, estoy seguro, que, si continuamos con ese trabajo en conjunto, podremos generar estas condiciones”. Mujeres, no están solas, denuncien y busquen apoyo, que lo tienen. Acérquense a quien les apoya.
HIGINIO, OTRO MÁS DE LAS CORCHOLATAS MEXIQUENSES.- hay un senador cuatrotero en el Estado de México que ha estado haciendo campaña embozada durante los últimos años, utilizando de manera ilegal los recursos que, para sus actividades de representación popular, le da la Cámara Alta. Ahora Higinio se adelanta a su alumna más destacada, la maestra Delfina. Sí, exacto, la misma que descontaba (robaba), el diezmo a los trabajadores del municipio de Texcoco, correcto, el feudo personal de Miranda.
Con su autodestape, el legislador morenista también pretende superar al aduanero Horacio Duarte, quien ha levantado la mano desde hace mucho, y al reelecto alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis, que gusta de hacer marchas por cualquier cosa, pero que no gusta (ni sabe) de dar resultados. Dos cosas, al respecto. Hay que indagar de dónde vinieron los recursos para “destapar” al texcocano y, dos, tratar de saber si anda fichando de motupropio o cuenta con el vobo del amo y señor de las corcholatas. No lo vayan a mandar “al carajo” también a él.