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Opinion

#Tintero Exhibida, la mentada honestidad valiente de la 4T

Ayer, al mediodía, la tan mentada “honestidad valiente” de la que tanto presumen el “Presidente de todos los mexicanos”, Andrés Manuel López Obrador, y sus esbirros quedó, una vez más, exhibida en toda su dimensión. Lo que se denunció por parte de un investigador universitario se volvió asunto político, porque se intentó ocultar el plagio de tesis de la ministra de la Suprema Corte con una andanada de melindres embusteros. Yasmín Esquivel representa todo lo que la 4T dice que no es: la mentira y el fraude absolutos.

Desde el pasado fin de semana la ministra Esquivel se la pasó emitiendo comunicados inconvexos con la realidad que le miraba a la cara. Claro, ella también tenía otros datos como su jefe político que, de esa manera, evade la realidad. El plagio de la tesis de licenciatura de Yasmín Esquivel se convirtió en campo fértil para una batalla perdida ante el cúmulo de evidencias en contra, porque ¿cómo puede alguien publicar una tesis y ser acusado de plagio de otra tesis que se publicó catorce meses después? Los abogados dicen que “primero en tiempo, primero en derecho.” ¿Es tan difícil de entender?

Como sea, la mencionada ministra, favorita de AMLO para presidir la SCJN se quedó a medio camino ante el descrédito total. Todavía ayer, en plena sesión de elección ocupó su tiempo para decirse víctima de un linchamiento mediático. La misma horrenda y frustrante historia de su mentor político. Empero, con la elección de otra mujer, la ministra Norma Lucía Piña Hernández, como nueva titular de la SCJN, el sucio entramado de Yasmin Esquivel no ha terminado. Aún queda por verse qué pasará con sus títulos profesionales.

Quizá anticipándose a lo que vendría López Obrador también en la mañanera, dijo que nunca fue su intención interferir en el Poder Judicial y que respetaba a los ministros y todo el aparato encargado de la procuración de justicia. Su otra alumna, por la mañana también defendía con su fiscalía a Yasmín Esquivel. Daba por cierto que a la ministra la plagiaron con más de un año de anticipación de que publicara su tesis. Eso es lo que llaman “honestidad valiente”. Ya ni hablar de no mentir, no robar y no traicionar.

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