Luego de más de dos semanas de la captura, por parte de Estados Unidos, del incarcelable capo de capos Ismael “El Mayo” Zambada García y de Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo” Guzmán, se dio a conocer información de primera mano por parte del embajador norteamericano Ken Salazar y el abogado del narco en aquel país. Sólo que como la versión no fue del agrado de la administración obradorista es desestimada y banalizada tan sólo, porque muestra la ignorancia e inoperatividad de los mexicanos.
Para acabarla “El Mayo” implica en su misiva al gobernador de Sinaloa Rubén Rocha, quien cuando ganó por parte de Morena reconoció que quien quisiera la gubernatura debía tener la aceptación de los narcotraficantes. Empero, como era de esperarse, ahora rechaza sus propias palabras y se acoge al manto protector del presidente saliente. Sus compañeros gobernadores también se apresuraron a darle el espaldarazo. Aquí viene la pregunta de cuándo sí es válido el dicho de un delincuente para la administración en turno.
La carta del capo y la declaración del embajador estadounidense pusieron en aprietos a la gente de Palacio Nacional, al grado de mostrar la falta de coordinación y colaboración entre ambas administraciones. El gobernador Rocha Moya, se excluyó de la relación con narcos y dijo que lo hicieron para dañar también al actual jefe del Ejecutivo federal. ¿Quién dirá la verdad? ¿Quién miente?
PRURITO: El Estado de México fue sede de la XXII Sesión Ordinaria del Consejo de Cuenca Lerma-Chapala, donde se propuso crear una política de Estado para hacer una transformación de la gestión hídrica que involucra a 32 millones de habitantes de la zona que involucra esta cuenca. Pedro Moctezuma, titular de la Secretaría del Agua, refirió que este tipo de Consejos buscan generar, “un compromiso de reflexión sobre la dinámica agrohídrico-ambiental en el altiplano central de nuestro país, así como en el saneamiento del Río Lerma”.