Hace algunos años tuve la oportunidad de participar en el proceso productivo de los libros de texto gratuitos de la SEP y sí, he de confesarlo, era un esfuerzo colosal y no aceptaba el mínimo error. Viene el recuerdo, porque me dio pena ajena observar al presidente Andrés Manuel López Obrador, hacer el ridículo al tratar de mofarse del periodista de TV Azteca, Javier Alatorre por una crítica que éste hizo sobre los nuevos libros de texto gratuitos que la Conaliteg y la SEP están por entregar, si no es que ya lo hicieron.
“Esta noche en Hechos llegan los ovnis a Nueva York y quieren volver comunistas a los mexicanos con los libros de texto, no se la pierda”, señaló el mandatario, haciendo alusión a lo dicho por el conductor Javier Alatorre. Aunque de inmediato se disculpó se dio tiempo de musicalizar su mañanera al ritmo de “Los marcianos llegaron ya”. Primero se hablaba de errores ortográficos, luego de impresiones de lugares, fechas u otras cosas; lo peor vino cuando se comenzó a hablar de posible adoctrinamiento y de culto a la personalidad de AMLO.
Los textos, se ha comprobado, tienen crasos errores como, por ejemplo, una fallida ilustración del sistema solar, en la edición “Nuestros Saberes” de quinto año. El dibujito lo tomaron de un sitio que proporciona imágenes gratuitas. En los casos de mercurio y júpiter dicen que son “planeras”. Sobre marte apuntan que “desde la mitología griega, recibe su nombre en honor a Ares, el dios e la guerra”, sí, se comieron una “d”. Venus, “recibe su nombre de la diosa de la belleza el amor”. En un mapa ubican a Querétaro como Guanajuato, y viceversa.
En el noticiero televisivo de Luis Cárdenas en MVS, su jefa de información, la periodista Diana Alcaraz, encontró que “En el ejemplar que se ha entregado a niños de quinto de primaria, se solicita a los alumnos realizar una maqueta de los órganos masculino y femenino simulando una eyaculación y el proceso del ciclo menstrual, lo que sin duda ha causado una gran controversia”. Sobre los errores se han dicho muchas cosas. Incluso alguien ha cometido la torpeza de quemarlos. Lo bueno es que ahora habrá tardeadas con la titular de la SEP. Ojalá salga algo bueno de ello.