No se puede, ni de chiste, tratar de minimizar, menoscabar ni regatear el operativo conjunto entre los gobiernos federal y del Estado de México, que dio como resultado la detención de siete funcionarios públicos por su supuesta relación con la delincuencia organizada. La Fiscalía mexiquense -se informó-, en coordinación y con el apoyo del Ejército, Marina, Seguridad Pública Ciudadana federal, Guardia Nacional y Secretaría de Seguridad del Edoméx, llevaron a cabo el operativo tan esperado por la maltratada sociedad.
Digo, desde siempre, el pueblo ha demandado estos operativos para desmantelar la colusión entre criminales y jefes policiacos. Es de hacer notar, estimados todos, que al tratar de detener y cumplimentar orden de aprehensión contra el director de Seguridad Ciudadana de Texcaltitlán, éste “empuñó su arma de fuego con la cual él mismo se privó de la vida”. “Se dio un balazo, se dio un balazo”, fue lo único que alcanzaba a balbucear uno de los funcionarios que le leían los cargos en su contra. Ojalá este operativo no sea flor de un día y se replique en todo el país.
Omar García Harfuch, titular de la SSPC, informó que de 14 órdenes de aprehensión contra funcionarios presuntamente relacionados -recalcó-, con el crimen organizado, sólo se logró la captura de siete funcionarios públicos arrestados. Hay que recordar que uno se suicidó y seis más se fugaron. Hoy García Harfuch, abundará en los alcances de dicho operativo tan demandado por el verdadero pueblo, no por los acarreados, ni por los aplaudidores oficiales del discurso gubernamental de que todo va bien y no hay nada por qué preocuparse.
Ocultar la realidad parece que ya es una etapa superada para encarar la violencia cotidiana a lo largo y ancho de todo el país. Porque no sólo es nuestra afligida entidad, es toda la República inserta en una espiral de sangre y fuego que ha dejado centenas de fallecimientos colaterales. Bien por el operativo y sus primeros resultados, que hablan positivamente no sólo del gobierno federal sino también del de Delfina Gómez, que están haciendo la lucha contra la delincuencia organizada de manera eficiente. ¡Por fin!