Muchas y variadas han sido las voces contra la mal llamada e innecesaria, Reforma Judicial. Como sea, todas son ignoradas por un hato de soberbios y prepotentes vasallos que sólo atienden las instrucciones del amo. Empero, en esta ocasión se trata de un expresidente de la República que realizó algo considerado en su momento, como un “golpe de Estado a la Suprema Corte”, al bajar de 26 a 11 sus integrantes y obligarlos a jubilarse, luego de 15 años de ejercicio.
En efecto, nos referimos al Primer Mandatario que resultó luego de un mal calificado magnicidio y de un “no se hagan bolas”. Algo así como la tómbola con la que quieren seleccionar ahora a los nuevos integrantes del Poder Judicial. El domingo pasado, aniversario de la Independencia y muerte de la democracia en México, Ernesto Zedillo Ponce de León, participó en la Conferencia Anual de la Barra Internacional de Abogados (IBA, por sus siglas en inglés).
En su ponencia advirtió, entre otras cosas, que la reforma recién promulgada es una atrocidad que destruirá al Poder Judicial y enterrará a la democracia mexicana. La calificó como una “felonía histórica” y a los promovientes de la transformación de cuarta, como “antipatrias”. Palabras más, palabras menos, afirmó que “la frustración del presidente, al no contar con una Corte sumisa, ha evolucionado hasta transformarse en una venganza brutal, la destrucción de la independencia e integridad del Poder Judicial para que esté al servicio de la fuerza política en el poder”.
“Los nuevos antipatrias, quieren transformar nuestra democracia en otra tiranía. Ahora ya sabemos por qué se postulan como la Cuarta Transformación. En realidad, no hablan de la independencia, la reforma y la revolución. Se refieren a las felonías que transformaron esos episodios extraordinarios y promisorios de nuestra historia, en tragedia para la nación. Así opinó Zedillo a 30 años ya de su Reforma Judicial.