Lo extraño no es el título de la columna, sino que a estas alturas aún existan personas que crean en votos corporativos y más aún, que con ese pretexto los embauquen para negociar y les convenzan para salir en la selfie como hermanitos de la caridad…
Así es, nos referimos a algunos líderes del transporte que aprovechan tiempos electorales y lo mismo se reúnen con el candidato del amarillo, que del tricolor, que de los morenos o los independientes. Los temas, según leo y me enteran algunos polluelos, son los mismos aunque, eso sí, en diferente orden, pero finalmente el fin es el mismo…Te comprometes a hacer un pronunciamiento en contra del gobierno, nos das tu apoyo, casi incondicional y a cambio nosotros te entregamos, el día de la elección, mínimo 67 mil votos, claro dependiendo del número de agremiados…
La fórmula para sacar ese número, que puede ser poco o mucho, dependen de las aspiraciones y el territorio, es muy sencilla de entender y más explicada por el líder…
Tengo 12 mil agremiados, esa es la base para empezar a sumar. Cada uno de ellos tiene esposa, novia o pareja, ya son 24 mil.
Moderadamente en cada familia hay dos hijos en edad de votar, súmale cuántos son.
Ahora cada afiliado tiene, de menos, dos hermanos y una hermana, vuélvele a sumar; claro si se requiere y el apoyo es bueno suma otros dos hermanos de la esposa, novia u lo que sea. No bueno a esta hora y con tantas sumas y sumas ya estamos en el éxtasis total y completo. Resultado de ello es el ¡va me la juego con ustedes! Lo que no sabe o finge ignorar es que por la tarde, harán la misma suma con otro aspirina. Así pues, mientras unos suman, otros multiplican y cómo en la pirinola “toman todo”.
LA RABADILLA DEL POLLO
Pollos en el tejado me dicen que los ciudadanos en edad de votar son los más codiciados y llegan hasta sus domicilios para, primero, hacerles una encuesta: ¿va a votar el 1 de julio? ¿Tiene credencial para votar? ¡está afiliado a algún partido político? ¿Me presta su credencial para corroborar que es usted? Mañana le seguimos…Cierro pico. Shalom.