Todo está listo para el estreno de Atómica, la nueva película en la que Charlize Theron demuestra por qué es una de las actrices más completas de la actualidad y también por qué es una de las más hábiles para las escenas de acción.
La película está basada en la novela gráfica de Antony Johson, The coldest city y recupera todo el submundo de las películas de espías durante la Guerra Fría, con sus infiltrados, dobles y triples agentes, intrigas internacionales y muertes a traición.
Atómica tiene un espíritu un tanto canallesco, una estética irreverente y mucha acidez. Además, bebe tanto del universo inmersivo de los videojuegos como del género de la literatura “hard-boiled” y las películas más estilizadas de acción coreanas.
Por si no fuera suficiente, cuenta con una banda sonora a ritmo de clásicos de los 80 que nos llevan desde David Bowie hasta The Cure, pasando por Despeche Mode, Duran Duran y George Michael.
Charlize Theron es una actriz poderosa que tiene el glamour del viejo Hollywood y un rango histriónico impresionante. También ha interpretado de manera tan convincente a mujeres letales que no es difícil concluir que es un reflejo de parte de la ira que corre por sus venas.
Ya ganó un Oscar como mejor actriz por su caracterización de Aileen Wuornos, la asesina en serie condenada a muerte, por lo que la crítica la respeta demasiado, a pesar de que muchos de sus trabajos son de personajes alejados de la realidad y que forman parte del género fantástico.
Atómica, además de posicionar a Theron de manera convincente como heroína de acción, es un paso lógico a tomar para una actriz que apantalló a tantos en 2015 como Furiosa (Mad Max) y le robó la película al supuesto protagonista, Tom Hardy. Después de tener tantos éxitos en su carrera camaleónica –el interés romántico, la protagonista dramática, la antiheroína de humor negro o, claro, la asesina en serie– Theron está, a sus 41 años, explotando un deseo cada vez más presente en las audiencias de ver empoderamiento femenino y ferocidad.
En Atómica, Charlize da vida a Lorraine Broughton, una agente del MI6 que se enfrenta a un grupo de espías en un Berlín de 1989, mientras intenta descifrar quién asesinó a un compañero de su agencia. Así como Furiosa o Ci – pher –el personaje que hizo para la más reciente entrega de la saga Rápido y furioso–, Broughton no pi – de perdón, es muy astuta y no se conforma con ser una figura decorativa en un mundo definido por los hombres.