En la década de los cincuenta el poderío del rock conquistó el territorio mexicano. La influencias del rock and roll estadounidense encabezado por figuras como Elvis Presley, inspiraron a las primeras bandas nacionales a buscar su propio lugar en la escena musical. Aunque al principio parecía que las rockeras mexicanas eran inexistentes, artistas como Rita Guerrero, Kenny Avilés y Tere Estrada se hicieron presentes para dejar claro que el rock también es cosa de mujeres.
El género en México surgió casi al mismo tiempo que en Estados Unidos, a principios de los setenta. Sin embargo, las mujeres comenzaron a tener presencia un poco más tarde si se deja de lado a las cantantes de rock and roll que simplemente respondieron al momento del boom.
La que algunos se atreven a ubicar como la pionera más temprana del rock mexicano es Gloria Ríos. Ella combinó la figura de vedette con un halo rocanrolero que se adivina en su personalidad. La socióloga y rockera Tere Estrada ha dicho que en la música de esa época (los cincuenta) en el jazz ya se puede percibir una onda de rock and roll. Esto se puede apreciar en su clásico “Relojito”:
Fue hasta que Nina Galindo se volvió vocalista de Mezclilla, Rita Guerrero apareció en escena con Santa Sabina y Cecilia Toussaint empezara a cantar bajo el nombre de Arpía, que las rockeras comenzaron a cobrar fuerza y seriedad.
Nina Galindo plasmó su obstinación y rudeza en canciones que combinaron rock y blues junto a su banda Mala Yerba. En entrevista para Rupestre, el libro, Galindo se describió como “la víscera, el sentimiento”. Quienes escuchan sus canciones pueden estar de acuerdo.
Por su parte Rita Guerrero, quien falleció en 2011, es una de las artistas más reconocidas por su aportación al rock mexicano como parte de Santa Sabina. Su preparación como actriz sirvió para que su arte fuera aún más profundo. En su rock mezcló influencias jazz y góticas. Su personalidad de bruja y su voz cantando las oscuras letras de la legendaria banda la consolidaron como un ícono de la música mexicana.
Cecilia Toussaint se encargó de imprimir la preciosa docilidad de su voz en sus canciones, después de que su carrera como bailarina se viera truncada por un problema en las rodillas. Toussaint se dio cuenta que el rock es algo que se es y no sólo algo que se toca o canta, fue así como junto con José Luis Dominguez generó grandes éxitos.
También Kenny Avilés de Kenny y los Eléctricos logró enaltecer la perspectiva femenina en la música rebelde con su voz y personalidad. Más tarde Tere Estrada salió a la luz para comprobar que el rock no es cuestión de género. Todas estas mujeres, lograron que las mujeres pasaran de ser inspiradoras de música a convertirse en las inspiradas que compusieron, tocaron y cantaron rock.
En su libro Sirenas al ataque, la artista Tere Estrada recopiló la historia de las mujeres rockeras en México. En él se dio a la tarea de rescatar a las iniciadoras del rock que parecían haber sido olvidadas y describirlas con detalle para que dejaran ser la especia de “fantasmas” de las que sólo se recordaba su nombre. En su investigación para el libro descubrió que tal como lo sospechaba, no fueron numerosas las mujeres que abrieron el camino para el rock femenino pero que su participación fue determinante para darle rumbo a la música que se hace en México.
Gracias a los primeros pasos de estas mujeres que hoy rebasan los cincuenta, en México se pueden encontrar artistas como Ely Guerra y bandas como Le Butcherettes, La Ultrasónicas y Ruido Rosa.
Las mexicanas que fueron pioneras en la escena del rock del país
Rita Guerrero, Kenny Avilés y Tere Estrada están en la lista
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