El veterano actor estadounidense Jerry Lewis, leyenda de la comedia y uno de los últimos rostros del Hollywood clásico, falleció ayer a los 91 años en su casa de Las Vegas a causa de una distrofia muscular, confirmó su agente.
Pese a su avanzada edad y a los problemas de salud que acarreaba desde hacía tiempo (infartos cardíacos, cáncer de próstata, diabetes), el intérprete aún se encontraba en activo y pensaba participar en el rodaje de una película en Canadá.
Originario de Nueva Jersey, donde nació el 16 de marzo de 1926 con el nombre de Joseph Levitch, en el seno de una familia judía de comediantes, Jerry Lewis trabajó en el mundo del espectáculo desde los cinco años.
Considerado uno de los grandes y más personales actores de comedia de los años 50 y 60, Lewis formó una pareja memorable con el cantante Dean Martin, tanto en clubes nocturnos como en televisión y en cine, donde realizaron 17 películas juntos. Martin encarnaba al seductor que conquistaba a las chicas, mientras que Lewis era el amigo torpe que echaba todo a perder.
Ambos se separaron como pareja artística en 1956, aunque 20 años después fue el propio Frank Sinatra quien volvió a unir a los antiguos amigos.
La ruptura alentó a Jerry a entregarse aún más en cuerpo y alma al mundo del cine, ya que amplió su faceta de actor con la de productor, guionista y director. Sus filmes fueron grandes éxitos de taquilla.
Lewis protagonizó una serie de comedias donde acuñó un humor muy peculiar y revitalizó con ingenio la antigua tradición de la gesticulación, el pastelazo y el absurdo, como en El profesor chiflado (1963), considerada por la crítica francesa como su mejor película.
A mediados de los 60 su estrella comenzó a decaer. Probó suerte entonces en la televisión. En los 70 su figura perdió atractivo para el público e inteligentemente se retiró durante un largo tiempo del cine, dedicándose a la escritura y al teatro.
Además, trabajó en la Asociación de Distrofia Muscular y fue nominado al Nobel de la Paz en 1977.
En los años 80 y con directores, como Martin Scorsese, el actor se atrevió a abordar papeles dramáticos (El rey de la comedia). Fue el referente de cómicos como Jim Carrey, Will Ferrell o Adam Sandler.
Nunca pudo ganar un Oscar.