“Muy a menudo, la primera pregunta que me hacen es: ¿Cuánto mide tu pene? Lo hacen incluso antes de darme la mano. Pero ya estoy acostumbrado. Cuando trabajo soy muy consciente de que somos dos personas frente a la cámara: yo y mi pene. Y los dos somos muy famosos”. Quien habla es el actor italiano Rocco Siffredi, la leyenda mundial del cine para adultos, quien calcula que ha participado en más de mil 600 películas triple equis y ha tenido escenas de sexo con más de 4 mil diferentes mujeres.
En Francia acaba de estrenarse el documental Rocco, de Thierry Demaiziere y Alban Teurlai, en el que presentan la vida de Siffredi, un tipo en apariencia común y corriente de 53 años de edad, que desde los 11 años, cuando se masturbó por primera vez, supo que su sexualidad sería distinta a la del resto de sus amigos.
“Me tocaba y me masturbaba. Y cuanto más me tocaba, más me masturbaba. Incluso fui ingresado en el hospital por cistitis. Toda esa zona estaba irritada de verdad. Luego descubrí una revista en la que aparecía Supersex, un actor porno muy famoso en los 70. En la primera página salía con una rubia, en la segunda con una morena, en la tercera con una pelirroja y en la cuarta con las tres juntas. Lo vi muy claro, ese tenía que ser yo”.
En el documental, el actor asegura haber sido “prisionero de mi propia existencia. Tengo el demonio entre las piernas. Y si para algo me ha servido mi oficio es para constatar de forma evidente lo hipócrita que es la sociedad, porque no nos acepta. Nos miran en la distancia, como algo glamoroso incluso, pero eso es falso. Yo nunca he mentido ni me he mentido a mí mismo sobre mi trabajo. Sé lo que hago y nunca he querido hacer otra cosa ni disculparme”.
Siffredi recuerda que su madre “quería que yo fuera cura”, pero la vida lo llevó por otro camino. Asegura que cuando cumplió 40 años de edad intentó dejar de ser actor porno, pero su adicción al sexo se lo impidió.