Por Barbara Goldberg
NUEVA YORK, 9 sep (Reuters) – El derrocamiento de estatuas confederadas durante las protestas nacionales contra la injusticia racial atrajo una renovada atención a la importancia de los monumentos públicos en Estados Unidos, muy pocos de los cuales fueron hechos por escultores negros.
Pedestales vacíos han generado un debate sobre quién y qué debería reemplazar a las estatuas derribadas. Escultores e historiadores negros esperan que las secuelas brinden a las comunidades de todo el país la posibilidad de honrar a los pioneros afroamericanos, muchas veces olvidados.
“El espacio es poder. Cuando un cuerpo negro en bronce se coloca en un lugar público, esa historia se magnifica debido al poderoso espacio”, dijo la escultora Dana King, de Oakland, California.
“Permite que los niños miren los rostros de estas esculturas y digan: ¿Quién eres? ¿Y por qué estás parado frente a mí?”, dijo King, quien presentará en septiembre su escultura de William Lanson, un exesclavo negro que trabajó para extender el embarcadero de New Haven, haciendo que el puerto de Connecticut sea competitivo con la cercana Nueva York.
De las 5.000 esculturas públicas al aire libre registradas en el Catálogo de Inventarios de Arte del Smithsonian American Art Museum, menos de una cuarta parte de las aproximadamente 700 obras de la categoría “Étnico-Afroamericano” fueron realizadas por escultores negros.
De manera similar, menos de la mitad de las 75 obras estadounidenses incluidas en “Monumentos Contemporáneos al Pasado Esclavo”, una página web dirigida por la profesora Renee Ater de la Universidad de Maryland, fueron creadas por escultores negros.
“Parte de la razón por la que me dediqué a la escultura figurativa fue para crear obras de arte que representaran a personas que se parecen a mí y a muchos neoyorquinos que veo, pero que no veo representados”, dijo el escultor Branly Cadet.
Los escultores negros aportan una perspectiva que un artista blanco no tiene, agregó Cadet, cuyas estatuas públicas destacan a figuras como el congresista de Nueva York Adam Clayton Powell Jr., quien luchó por la equidad salarial, y al atleta Jackie Robinson, quien rompió la barrera de color en las Grandes Ligas de Béisbol.
“Las estatuas y monumentos reflejan a quién y qué valoramos como nación”, dijo la historiadora Keisha Blain, de la Universidad de Pittsburg. “Construir una sociedad libre de racismo requiere tomar una decisión activa”, agregó.
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(Reporte de Barbara Goldberg en Nueva York; Editado en español por Lucila Sigal)