Fueron embajadoras internacionales de la belleza venezolana y se enorgullecen de ello. Pero Alicia Machado, Maritza Sayalero, Stefanía Fernández y Bárbara Palacios coinciden: Venezuela está en crisis y no es oportuno ahora hablar de concursos como el Miss Universo.
Aún faltan varios meses para el próximo certamen, pero las redes sociales han sido escenario en los últimos días de un debate sobre la conveniencia o no de que Venezuela participe en el Miss Universo cuando el país vive crecientes tensiones internas y protestas.
La mayoría de los involucrados en el concurso guardan silencio, salvo algunas de sus reinas, que piensan que bajo las actuales circunstancias no es un tema prioritario.
“Un certamen de belleza representa la cosa más superficial que existe sobre la faz de la Tierra como para que ahorita Venezuela pierda el tiempo en prestarle atención a un concurso de belleza”, afirmó Machado, Miss Universo 1996, a The Associated Press (AP). “El país está en una desgracia nacional.
No estamos para celebrar absolutamente nada. Venezuela está fuera de control”. Para Maritza Sayalero, coronada en 1979, quien vive en México desde hace más de tres décadas, la ausencia de Venezuela en el concurso “sería un golpe bien bajo, bien duro”. Sin embargo, aclaró, “ahorita hay cosas más importantes que un concurso de belleza o una candidata”. Bárbara Palacios, coronada en 1986, aseguró que no era prudente hablar sobre el tema.
“Por la situación tan tensa y triste de estos momentos en nuestro país, no quiero hablar sobre temas como el MU (Miss Universo); no es prudente”, expresó Palacios en un mensaje de texto como respuesta a una petición de entrevista por la AP.
Stefanía Fernández, Miss Universo 2009, declaró que lamentaría si Keysi Sayago, la actual Miss Venezuela, no pudiera representar a su país en la competencia internacional; pero señaló, del mismo modo, que Venezuela “no está para hablar de certámenes de belleza”.
“La gente no tiene cabeza para pensar en un concurso de belleza, sino en cómo me levanto hoy para tener el pan de cada día”, expresó la joven de 26 años, quien vive en Bogotá, desde donde alienta campañas de recolección de alimentos y medicamentos para sus compatriotas.
Por otro lado, en las calles de la capital venezolana hay quienes exhortan a participar a su país en el máximo certamen de la belleza internacional, pese al entorno político y social.