La ópera prima de David Zonana, “Heroico” llega en un momento histórico crucial para las fuerzas armadas. Justo en el 200 aniversario de fundación del Colegio Militar salen a relucir los excesos entre cadetes con mayor rango sobre los novatos o los llamados “potros”.
La historia protagonizada por Fernando Cuautle y Santiago Sandoval quien en la vida real es un excadete, se rodó y recrearon espacios del Colegio Militar en el Centro Ceremonial Otomí, ubicado en el Estado de México. La cinta recibió apoyo del EFECINE. La historia además de hacerse en español, está doblada al otomí y según su director, pretende dar más elementos para complementar la imagen que los mexicanos tenemos de los integrantes de la milicia mexicana.
Más allá de la crítica hacia el sistema educativo militar, la historia sirve al espectador más elementos como el origen de quiénes se integran a las diferentes escuelas ofrecidas por el sistema militar. Nacidos en comunidades pobres y alejadas, jóvenes de diferentes puntos de México ven en el ejército una forma de alejarse de las condiciones precarias en sus comunidades, muchos de ellos quieren dejar atrás la pobreza y la falta de servicios básicos.
Miles de jóvenes al no tener la posibilidad de estudiar optan por enlistarse y entrar a un mundo en el que la disciplina militar, ejemplo de ello es que en 2023 se reclutaron 17 mil jóvenes al ejército, está carga de violencia proveniente de instructores e incluso de otros compañeros. Lo que vemos en la pantalla pareciera ser ficción pero el guion se escribió a partir de testimonios.
La película también escrita por David Zamora, tuvo como productores a Michel Franco conocido por la dirección de “Nuevo Orden”, también de Eréndira Núñez Larios y David Zonana. La fotografía estuvo a cargo de Carolina Costa.
La película tiene una duración de 88 minutos y el público pudo verla por primera vez en el Sundance Film Festival 2023 en Estados Unidos.
Cuestionamiento
Pareciera que en el sexenio donde el ejército y las fuerzas armadas obtienen más poder y beneficios por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, recrear estas historias cargadas de duras denuncias es difícil y se convierte en una valiente proeza.
La temática no es nueva, la película “La ciudad y los perros”, estrenada en 1985 basada en el libro de Mario Vargas Llosa del mismo nombre, publicado en 1963, cuenta una historia de abusos, excesos y homicidio dentro de las instalaciones de la escuela militarizada de Perú.
Por ello es que Heroico no es una historia nueva, pero su valor radica en hacerlo visible en México. Justo cuando se necesita de instituciones fuertes y protectoras de los derechos humanos.
La discusión planteada por Heroico sobre la violencia entre jóvenes está servida, lista para discutirse y analizarse a profundidad. El discurso oficial afirma que alejarlos del crimen organizado es primordial y para ello sirven las escuelas, pero la violencia ha llegado a raíces profundas, y hoy se ven uno o dos videos diarios en redes sociales, donde jóvenes estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad golpeándose, atacándose con armas o enfrentando a guaruras mientras se gritan amenazas.
Las razones para unirse a las fuerzas militares parecen ser las mismas aquí y el Perú, o en Argentina. El ambiente donde las novatadas y la violencia se desborda y atormenta a jóvenes que sólo pretenden escapar de la pobreza, también unen a los ejércitos del mundo.