México cuenta con dos destinos que fueron admitidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como geoparques mundiales: la Comarca Minera, en Hidalgo, y la Mixteca Alta, en Oaxaca, con lo que México logra estar entre los primeros cuatro de Latinoamérica, junto a dos sitios de Brasil y Uruguay.
Se trata de la primera vez que México participa en esta evaluación, por lo que expertos en el tema consideran que “es un éxito que los dos proyectos sometidos hayan sido dictaminados favorablemente, con lo que el país se pone en la vanguardia en América Latina”.
Dicha nominación tendrá vigencia por cuatro años y en este lapso de tiempo se deben consolidar ambas iniciativas para mantenerse dentro de la red global.
El reconocimiento se logró como respuesta a la recomendación del Consejo de la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO y de esta manera el Consejo Ejecutivo otorgó su aprobación final y la declaratoria respectiva, informaron académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estos proyectos fueron asesorados e impulsados por los institutos de Geofísica y Geografía de la UNAM, y se sumaron a la lista de Geoparques Mundiales del Programa Internacional de Ciencias de la Tierra y Geoparques, que incluye 120 sitios distribuidos en 32 países.
En Europa hay 69 geoparques en 23 países.
En el más reciente proceso se presentaron muchas solicitudes, de las cuales sólo 18 recibieron una evaluación in situ. De ellas, 10 fueron aprobadas: cuatro de China, dos de México y una de Irán, Corea del Sur, Francia y España.
Un geoparque debe ser un territorio con límites definidos y una superficie suficientemente grande como para permitir el desarrollo económico local.
También debe ser un área con enclaves representativos no sólo por su patrimonio geológico y paleontológico, sino también por su interés arqueológico, ecológico, histórico y cultural.
Los investigadores José Luis Palacio Prieto y Carles Canet Miguel, de la UNAM, destacaron la importancia de la declaración internacional, lograda por el impulso de esta casa de estudios en casi tres años.
El doctor Palacio Prieto, del Instituto de Geografía, explicó que la declaración de geoparque es tan importante como la de Patrimonio de la Humanidad.
Reconocer no sólo la biodivesidad, la parte viva de la tierra, sino también la erosionada, dijo, es lo que explica el origen de la humanidad, su lucha y sobrevivencia.