La tecnología ha cambiado la forma en que nos comunicamos, cómo expresamos nuestros sentimientos, y ahora se dispone a cambiar la industria de la pornografía.
Rumania se ha convertido en la capital de un nuevo servicio con alcance mundial; las ‘camgirl’, como se les conoce en la industria del sexo, son mujeres que desde la webcam interactúan en porno chat con hombres que adquieren este servicio a través de internet.
Cada una de las chicas puede interactuar, en promedio, ocho horas desde la plataforma digital de espectáculos de sexo, por la cual los usuarios pagan alrededor de 4 dólares por un minuto en una ciber sala privada.
Una habitación con una cama o muebles bonitos, poca ropa, una sonrisa, palabras eróticas y conexión a internet, son elementos indispensables para este trabajo, que concluye en la psicología del cliente
Al mes una ‘Camgirl’ puede ganar alrededor de 7 mil dólares, y una web para adultos puede obtener ganancias hasta por 400 millones de dólares, y tener en su cuenta al menos dos millones de modelos registradas.
Aunque Rumania es el país en el que más ha crecido esta nueva industria, mujeres de otros países como Colombia, Filipinas, Polonia, Sudáfrica y Rusia también aparecen en el top ten de Gloria Agency, una de las empresas dedicadas a este negocio.
Uno de los requisitos para incursionar en este nuevo mercado es hablar inglés, ya que los clientes son, en su mayoría, angloparlantes de países como Estados Unidos, Canadá y Australia.