Fue en el año 1929 cuando se instauró el Día Mundial de los Animales, a iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal en un congreso celebrado en la ciudad de Viena.
La fecha coincide con la celebración cristiana en honor a San Francisco de Asís, reconocido patrono de los animales y ecologistas, mención otorgada por el Papa Juan Pablo II en 1980 y de la que se desprende la famosa bendición de los animales.
Pero… ¿En realidad el ser humano es amigo de los animales?
En los últimos cien años se han extinguido más de 120 especies, no todas por razones atribuibles al ser humano, sin embargo, son muy pocas las que han desaparecido sin que haya tenido que ver la mano del hombre (y mujer).
A continuación te presentamos una lista de cinco especies, (podrán ser muchas más) que ya no existen y que sin duda dejaron huella durante su breve paso por la tierra.
1.- Oso Mexicano
El gigante mexicano, habitaba la región Noroeste de México, así como el Sur y Suroeste de los Estados Unidos.
Su fisonomía era muy similar al del Oso Grizzly, situación que le permitió ser conocido como el Grizzly gris.
Tenía un pelaje de color rojizo y bandas plateadas destacando sobre su cara, parte de su cuerpo y patas.
Se le declaró extinto en 1964, después de ser presa de los cazadores y vaqueros que expandieron su territorio en los EU y México.
En 1986, un escritor de National Geographic indicó haber recibido rumores acerca de un joven que vio a uno de estos ejemplares, sin embargo, nunca fue confirmado y desde entonces, no se ha vuelto a ver un oso plateado en las montañas de Chihuahua.
2.- Tilacino (Tigre de Tasmania)
Uno de los ejemplares más famoso y por lo tanto más perseguido en su época, fue el llamado lobo de Tasmania, lobo marsupial o Tigre de Tasmania, nativo del continente australiano.
El último ejemplar conocido y documentado, data de 1933, año en que fue vendido al Zoológico de Hobart. Por desgracia, el animal no logró sobrevivir y falleció en 1936; por aquellos días el gobierno decretó su protección, pero fue demasiado tarde.
Tenía un cuerpo estilizado, patas finas y cola delgada. Su pelaje era corto con rayas negras o marrones en la parte trasera, de ahí el nombre de “tigre”.
El tigre representaba un peligro para los colonos recien llegados de Inglaterra, situación que los puso en la mira, lo que a la postre decretó su extinción antes de la primera mitad del siglo XX, en que oficialmente dejaron de existir.
3.- Tigre de Bali
El felino es una subespecie de tigre, pero de menor talla, comparado quizá con el tamaño de un jaguar.
Fue un 27 de septiembre de 1937, cuando se cazó el último ejemplar en la selva de Bali, para desgracia de su especie y de la humanidad, era una hembra.
En fechas posteriores, (desde 1940 hasta 1972), se supo de rumores acerca de avistamientos, pero ninguno confirmado, después de esa fecha, se han documentado las muertes de otros animales, por ataque de un depredador mayor, sin que hasta el momento se haya confirmado que se trate del tigre.
Hoy en día, los escasos restos del bosque original que quedan en Bali son muy pequeños para mantener a un gran felino viviendo en ellos; ojalá nos equivoquemos.
4.- Rinoceronte negro occidental
Los rinocerontes son una de las especies más atacadas y explotadas por el hombre, no importa el sitio en el que se desarrollen.
En particular, el rinoceronte negro se extinguió oficialmente en el 2011, luego de ser atacado de manera inmisericorde por cazadores, otro más, el rinoceronte negro de África occidental, también permanece en la lista de especies en peligro de extinción y con altas probabilidades de desaparecer.
La ignorancia sobre las supuestas propiedades de sus cuernos, lo hicieron un blanco fácil para los cazadores furtivos e ilegales.
5.- Tortuga gigante de las Islas Galápagos
Quizá una de las historias más tristes de los últimos años, es la de la tortuga gigante de las Islas Galápagos, descubierta en 1971 y bautizada como George, en honor al comediante George Gobel. Fue la primera tortuga vista desde 1906 en la Isla.
Tras su descubrimiento fue reubicada en la Charles Darwin Research Station donde más tarde se le juntó con dos hembras de una subespecie muy parecida Geochelone nigra becki de la Isla Wolf, con la esperanza de que tuvieran descendencia y con el tiempo perpetuar los genes de George; sin embargo, nunca pudo aparearse debido a que rechazaba a las hembras.
Por desgracia, la tortuga gigante, fue descubierta muerta en su corral de la estación en junio del 2012, llevándose con ella toda su historia; el cadáver fue restaurado y ahora se exhibe en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
