Eduardo Abel Peñalosa Castro, nuevo rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), aseguró que sólo responderá por lo que se haga en su gestión.
“No me lavo las manos, pero no me corresponde enjuiciar a nadie” por los pendientes que haya dejado Salvador Vega y León en materia de transparencia de recursos, dado que si se encuentra alguna irregularidad, “se difundirá por las instancias correspondientes”, expresó el académico.
En su primer encuentro con la prensa, el exrector de la unidad Cuajimalpa destacó que en la UAM no hay focos rojos como sí los hay en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con el narcomenudeo, o en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) con la corrupción mediante la venta de calificaciones, que las propias instituciones han denunciado públicamente.
Sin embargo, aclaró que recibió el informe de narcomenudeo de las cinco unidades de la UAM, pero no ha tenido tiempo para revisarlo en su totalidad para dar un diagnóstico de la situación.
Opinó que el IPN y la UNAM tienen que tomar acciones para rectificar estos problemas.
Ante los señalamientos sobre irregularidades en la Casa Abierta al Tiempo, Peñalosa Castro anunció que buscará validar un reglamento de transparencia que obligue a plantear fundamentos para evitar actos de corrupción.
Destacó que a esta institución le hace falta presencia, por lo que, afirmó, requiere trabajar de forma horizontal y mediante el diálogo, así como crear un nuevo modelo educativo, que ofrezca una modalidad diferente para una educación virtual.
Principales metas
Peñalosa Castro será rector general de la UAM del 4 de julio de 2017 al 3 de julio de 2021.
El nuevo responsable de la UAM expuso que, como eje de su gestión, conducirá a esta institución hacia la presencia nacional e internacional a partir de un trabajo centrado en la transparencia, la rendición de cuentas, el diálogo y la colaboración interna y externa en la realización de las funciones sustantivas.
De acuerdo a un comunicado, en su plan de trabajo, Peñalosa Castro se comprometió a plantear la necesidad de establecer estructuras y mecanismos que permitan la participación con actores externos que se integren a la vida colegiada de la UAM.
Además, dijo que atenderá problemas de gestión que han obstaculizado el funcionamiento institucional y tejido con una red de burocratismo que entorpece el accionar docente al interior de la institución académica.