GUADALUPE ROSAS SUÁREZ
@lupisrosas
Una herramienta fundamental para la elucidación de estructuras moleculares y su dinámica, es la resonancia magnética nuclear, misma que ha alcanzado gran relevancia en los campos de la física, la química y la biología, señalaron los organizadores del III Simposio de resonancia magnética nuclear del Posgrado en Química de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En la Unidad Iztapalapa de la UAM, se reunió a especialistas de universidades de España y México, principalmente.
Al respecto, el doctor Francisco Méndez Ruiz, profesor-investigador del Departamento de Química y presidente del comité organizador del Simposio, indicó que el desarrollo de esta técnica de análisis permitió que K. Wüthrich publicara en 1985 la primera estructura de una proteína de 74 residuos de aminoácidos resuelta en disolución.
La producción científica, desde entonces, incorpora el uso de estas técnicas ha sido profusa y de ello habla la existencia de revistas especializadas en el ámbito internacional como Journal of Magnetic Resonance y Magnetic Resonance on Chemistry.
El investigador sostuvo que probablemente el empleo más conocido de esta tecnología es la formación de imágenes por resonancia magnética, las cuales han tenido un efecto abrumador en el diagnóstico y tratamiento de gran número de enfermedades.
Otros campos de aplicación
La resonancia magnética es utilizada también en otros campos de interés, por ejemplo, la caracterización de alimentos y bebidas, así como de infinidad de materiales, por lo que requiere el aporte de químicos, físicos, biólogos y médicos, entre otros profesionales.
En un principio, la resonancia magnética estuvo dirigida a caracterizar compuestos en solución, pero ahora es posible caracterizar materiales sólidos –muchos nanomateriales– que no se pueden disolver o son poco solubles. Por ejemplo se pueden caracterizar explosivos, comentó el investigador.
Equipo en México
Existen equipos de resonancia magnética en los que se pueden introducir animales vivos –incluidos insectos– y al parecer la resonancia magnética tiene la posibilidad de caracterizar sus moléculas.
En nuestro país existen más de 60 espectrómetros de resonancia magnética nuclear que van desde los 200 hasta los 750 megahertz, los cuales se encuentran distribuidos en universidades, instituciones gubernamentales y en algunas empresas.
La importancia de contar con estos espectrómetros es que tienen gran diversidad de secuencias de pulsos que conducen de manera inequívoca al establecimiento de estructuras, que bien pueden ser polímeros, fármacos, péptidos o proteínas.