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Se venden noticias falsas al mejor postor

Bajo el lema de lo que no está prohibido está permitido, la empresa Victory Lab aprovecha el vacío legal en la difusión de contenidos para dedicarse a la fabricación y propagación de noticias falsas.
“Nuestra ética es con el cliente que quiere difundir algo. Vendemos el espacio en medios digitales, pero el cliente es quien decide; hay un umbral, si hay una legislación, creo que sería en varios años, porque está el derecho de las personas a decir lo que quiera”, afirmó Merlo durante entrevista en EfektoTV.

Las fake news se han convertido en tema de interés público en el mundo, por los efectos que han tenido en las redes sociales, particularmente en Facebook, durante las elecciones estadounidenses de 2016.

Los observadores especularon en que esa información falsa inclinó la balanza electoral a favor de Donald Trump. También se ha sugerido que hubo efectos persuasivos importantes, de los que se supone que llevaron a Trump a la victoria debido a publicidad de la empresa Cambridge Analytica en línea y el contenido promovido por bots rusos.
“Ofrecemos un servicio desde hace ya cinco o seis años, que se llama ‘periodismo digital personalizado’. Esto ya existía, ya estaba. ¿Qué es esto? Crear sitios de internet con su paralelo en Facebook a modo para tomar el mensaje de cualquier candidato o marca y posicionarlo”, refirió.
Durante las campañas electorales, las noticias falsas aumentaron en promedio 50 por ciento, y tienden a propagarse de manera mucho más efectiva que cualquier noticia real, ya que están asociadas a emociones como temor disgusto o sorpresa, mientras que las verdaderas resultan más tajantes.
El estudio desarrollado por el Instituto Tecnológico de Masachusetts (MIT) y difundido por la revista Sciense, destaca que las noticias falsas tenían 70 por ciento más de probabilidades para ser “retuiteadas” por personas que las verdaderas noticias.
Según el presidente de Victory Lab, para crear noticias falsas lo primero es crear un diario digital donde se comparten noticias verdaderas, información verídica y coberturas reales.
“Cuando esta página está nutrida y tiene 100 mil seguidores reales, siguiendo en cosas de motores. Cualquier medio vendería un publirreportaje a una marca, yo no, yo le entrego el diario (sitio de internet) y ellos le ponen el contenido que quieran”, expuso.
Aquí la entrevista completa del presidente de Victory Lab
 


El interés del cliente, ya sea una empresa o un candidato, privará en la difusión de contenidos. “Lo que él nos diga que se quiere distribuir, yo le entrego. De hecho, ellos publican, luego nos encargamos de simular viralidad a partir de cuentas que nosotros usamos, en sitios nativos de Facebook y en grupos”, explicó Merlo.
Las noticis falsas han tomado tal relevancia en el panorama internacional que el diccionario Oxford decidió que fuera la palabra de 2017, entre las más de 4 mil 500 millones que lo conforman. Sin embargo, 70 por ciento de los internautas desconoce si la información que circula en la red es falsa o verdadera, pero en la replica no reflexionan.
“No garantizo la viralidad, la gente hace la viralidad, pero yo comienzo a compartir en ciertos puntos y la gente ve el encabezado y viraliza”, expresó Merlo, quien asegura que actualmente la empresa dirigida por él cuenta con 4 mil páginas de internet para vender.
En la fabricación, no interesa si los hechos son verificables, filtrados por alguien
con el interés de dañar la reputación de otro, o si la historia fue creada como un guión de ficción, lo único importante es que el lanzamiento al ciberespacio resuene entre los usuarios de Facebook, Twitter y buscadores para el beneficio del cliente.
Explica que aunque las redes sociales dictan reglas respecto a bots y otros mecanismos de automatización de la información, Victory Lab trabaja con persona que, de manera manual, ocupa cuentas creadas desde hace varios años.
“En sus esfuerzos para evitar las fake news, Facebook borra cualquier página que tenga contenido tendencioso, que haya sido creada hace seis meses o hace mínimo un año. Mis páginas son de 2011, mis páginas publican diario. Somos developers (desarrolladores) de todas las redes sociales, incluso vamos a los cursos para evitar fake news”, expone Merlo.
El empresario comparó los productos que ellos venden con los espacios publicitarios en televisión o la prensa donde, al comprar, los clientes ponen lo que quieren.
 

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