WASHINGTON (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió el domingo las condiciones en los centros de detención de migrantes en la frontera con México, incluso describiéndolas de manera más positiva de como lo hizo el vicepresidente Mike Pence cuando los visitó.
Las habitaciones de los niños que Pence vio el viernes “estaban limpias y organizadas” y las instalaciones para hombres estaban “limpies aunque sobrepobladas”, tuiteó el mandatario.
El viernes, al visitar las instalaciones, Pence dijo que reinaban allí condiciones “de las que todo estadounidense debe estar orgulloso”.
Sin embargo, cuando fue a otra instalación en McAllen, Texas, donde cientos de hombres estaban en celdas calurosas, hacinadas y hediondas, Pence admitió: “qué cosa tan dura”. Reconoció que el sistema está “abrumado”.
Michael Banks, el agente a cargo de la instalación en McAllen que visitó Pence, reconoció que muchos de los hombres no se habían duchado en 10 o 20 días y que algunos llevaban detenidos allí 32 días. Algunos de los detenidos dijeron sufrir hambre y que estaban allí desde hace más de 40 días.
Hace pocos días, un informe de la inspectoría general allí describió condiciones insalubres en las instalaciones y citó palabras de un funcionario, de que se trata “de una bomba de tiempo”.
Trump tuiteó: “Perdón pero no podemos permitirles entrar a nuestro país. Si las celdas están hacinadas, pues que no vengan a EEUU”.