El dilema del coronavirus
La delgada línea entre creer y no hacerlo se ha estrechado conforme pasan los días de cuarentena o de mantenerte en casa, bueno, igual y ambas. El chiste es que tanto cambio en las posibles fechas para reanudar las actividades cotidianas, pre virus, que ahora serán post virus, relajó en mucho la sana distancia y bueno, como quiera que sea, el festejo del 10 de mayo, como que cuesta trabajo no hacerlo de la forma tradicional, porque será lo que sea, pero a la madre se le respeta o sea, es de nuestras cosas verdaderamente sagradas. Además un méndigo virus no nos vendrá a decir cómo debemos hacer las cosas y menos cuando se trata de la jefa…Decenas, centenas y quizás hasta miles se pasaron por el arco del triunfo las disposiciones de no aglomeraciones, no festejos, no pachangas y demás, con tal de ir a ver a la autora de nuestros días en vivo y a todo color, pues total, por unos minutos u horas no pasa nada, al fin que me he mantenido la mayoría de la cuarentena encerrado…No es producto de mi imaginación, sino de una realidad, en algunas tiendas de autoservicio el fin de semana se hicieron largas filas para comprar, de menos un pastel para el festejo del Día de las Madres, aunque fuera sólo eso…Centenas de personas estuvieran expuestas al sol, al contagio, pese al metro y medio de distancia que se guardó, todo por conseguir algo para la festividad. Y no, por desgracia no es una suposición fue algo real, varias personas me lo aceptaron. Pero ahí viene la otra parte de la historia. ¿sabes alado?, platiqué con las personas con quienes coincidimos en la tienda y por lo menos tres de cada cinco me dijeron ya no creer en lo del Covid-19. Los otros fueron más cautelosos, pero también la tendencia fue hacia el no. El meollo del asunto está en que las cifras ya pasaron de confundirlos a creer que son inventos del gobierno. Eso junto con los constantes cambios en las fechas que se podría regresar a la normalidad han provocado que la gente ya piense que se trata de un “algo” inventado por el gobierno. Más serio se podría poner el tema.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen que mantener la atención en la pandemia por el coronavirus ha desenfocado a los “suspirantes” a un cargo de elección popular, pues siguen pensando que tienen “tooodo el tiempo” del mundo para moverse y lograr la candidatura…Ja ja, pobres ilusos, no se han dado cuenta que los tiempos, por lo mismo se han recortado y les quedarán solo unas cuantas horas para hacer lo que antes en meses. Bueno eso para los novatos, porque quienes supieron leer bien los tiempos y así, pues ya están amarrados o cerca de hacerlo. Que no se digan sorprendidos quienes por andar papando moscas tendrán que esperarse para la otra…Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx