Existe una tendencia que se ha observado durante las últimas tres elecciones a la Presidencia de la República. Hemos visto cómo a principios de las campañas se presentó una guerra entre tres aspirantes; faltando unas semanas para la elección, los
votantes se orientaron hacia dos de ellos y a sólo unos días, se produjeron sorpresas con finales de menos de siete puntos
porcentuales.
En el año 2000, al inicio de las campañas, Fox, Labastida y Cárdenas, tenían posibilidades de triunfo; faltando escasos dos
meses, las elecciones se convirtieron en una lucha entre el priista y el panista, con empate técnico. Entonces una gran
cantidad de perredistas, dieron su voto útil a Fox para que ganara por poco más de 6 puntos, y sacar finalmente al PRI de Los
Pinos.
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