Un estudio publicado en el diario científico Neuroscience and Biohavioural Reviews, reveló que los perros pueden perdonar la indiferencia, pero no las groserías. Para llegar a esa conclusión, los investigadores hicieron que los perros pasaran por 4 casos distintos. En cada caso sus dueños tenían que abrir un frasco y dos de ellos eran neutrales, mientras que los otros no.
En un caso, uno de los investigadores ayudó al dueño a abrir el frasco, en dos de ellos no intervinieron y en el último se negaron a ayudarlo. Si crees que tu perro no nota cuando alguien te trata mal, estás equivocado. De hecho, los perros de este experimento se dieron cuenta y después, cuando el científico grosero le ofreció comida al perro, este se negó.
Lo anterior demuestra que el estado de alerta de nuestros pequeños compañeros también percibe las “malas vibras” de ciertas personas.