Helena Fernandes, tiene 26 años y vive en Salvador de Bahia, Brasil, y es la orgullosa fundadora de Malfeitona, un estudio casero que proporciona lo que ella describe en portugués como tatuagens peba (literalmente “tatuajes basura”) .
Helena dibuja fatal, pero utiliza esta falta de habilidad para labrarse un espacio como proveedora de tatuajes únicos y originales.