www.capitaledomex.com.mx

¿En qué consiste la excitación sexual persistente?

w-full h-auto eagerload wp-post-image
 

Este síndrome puede ser una de las difusiones sexuales más severas


Las disfunciones sexuales usualmente impiden el desarrollo de una vida erótica plena, las cuales pueden ser según su naturaleza, del deseo, la excitación, el orgasmo y mixtas, de acuerdo con la Asociación Mexicana para la Salud Sexual (AMSSAC).
El síndrome de excitación sexual persistente (PGAD, por sus siglas en inglés) es una de las difusiones sexuales raras que se caracterizan por la presencia de tensión genital y excitabilidad, pero sin que exista el deseo, lo cual no siempre concluye con un orgasmo, sino que vuelve a incidir en cierto tiempo, explica Francisco Cabello Santamarina, quien es director de Instituto Andaluz de Sexología y Psicología en España.
Se trata de un problema sexual femenino de carácter bastante peculiar y misterioso, descrito por primera vez en el año 2001 y considerado como una disfunción sexual desde 2003.
Excitación sexual persistente, disfunción sexual femenina.
Las mujeres que sufren de PGAD sienten que aumenta su frecuencia cardiaca, se acelera su respiración, al igual que su musculatura pélvica se contrae y que el cuerpo se prepara para el orgasmo.
Sin embargo, es un síntoma que no es deseado y lejos de ser agradable, suele ser molesto, frustrante e incómodo, ya que puede producirse en las situaciones más comunes y cotidianas de sus vidas, como haciendo las compras, viendo una peli o en el trabajo.
La situación de vivir permanentemente en este estado de excitación sexual sin quererlo, hace que las mujeres pierdan todo el interés por las relaciones sexuales, ya que suelen quejarse de dolor durante la penetración, entre otros muchos malestares más al momento de tenerlas.
A pesar de que esta tensión en los genitales no siempre conduce a un orgasmo, la sensación de excitabilidad no desaparece ni aún llegando a él.
Este padecimiento puede ser una de las difusiones sexuales más severas, debido a que es debilitante e incapacitante, porque la necesidad de satisfacer la excitación, o bien por el dolor que genera, afecta la vida en todos los planos para la mujer, desde su autoestima, hasta el ámbito profesional o afectivo.